Escucho una tonta canción que me gusta, poemas de Marco Fonz
Poemas de Marco Fonz: Una tonta canción que me gusta
Una juventud ternera y llena de pasto me lleva de la mano a los desiertos de la
visión matinal.
Nada tengo que ver con levantarme temprano
soy flojo desde mi explicación.
Pero ahí estaba con mi bostezo y las marcas del sueño en la cara.
Preparo un desayuno de terremoto y ejercito mi voz para ser un buen estudiante.
Para ser el mejor: —¡Oh! Saturno viejo traidor.
La sombra estaba ahí primero que yo y entonces caía en el remolino que forma el:
ser alguien en la vida.
Y el remolino que le da a uno al encender la radio y pensar como: alguien en la vida.
Y en el remolino que lleva la vida en las entrañas y que abandona todo menos la vida.
Trabajo verdadero es el engaño
lo otro es la imaginación.
Vaya jorobas que tiene el viento.
A quien dejé en mi lugar le va mejor que a mí y le aplaudo y le doy ánimo:
—No caiga, ahí la lleva, no sea un bueno para nada,
ya verá que pronto otro vendrá y
podrá descansar y dejar el lugar a otro que se lo crea.
Mastico mi cereal de terror, miro a la ventana
y mi respiración me dice mientras escucho
una tonta canción que me gusta:
—La vida no existe pero si existiera sería una hija de la chingada.
que al final estoy tan solo como un verso, decía, los poemas de poemas de Marco Fonz son de una sensibilidad pasmosa.
Dejó cuatro libros inéditos
En el DF, amigos y colegas realizarán una lectura de su obra
En su poesía todo el tiempo hablaba de lo cercano que estamos a la muerte, indica su esposa Iliana Vargas
Me encanta!